Luciene C RISSO, UNESP, Brazil
Clerisnaldo Rodrigues De CARVALHO, UNESP, Brazil
En la nueva división internacional del trabajo, hay una neocolonización del mundo, con los estados-nación apareciendo bajo los términos de intercambio como productores de commodities, como es el caso de Brasil. No es exclusivo del actual gobierno de Bolsonaro (2019-), pero la intensificación de este proceso en un estado ampliado demuestra el hecho de un nuevo encuadre político y económico de la periferia capitalista orquestado por esquemas de acumulación capitalista en la jerarquía mundial.
El debilitamiento del Estado nacional, la privatización y la financiarización son las conductas de este apalancamiento del marco a escala vectorial, dada la crisis capitalista y el nuevo ordenamiento de la jerarquía del poder económico mundial. El resultado y efecto de esto es que Brasil se convierta en una zona de neocolonización primaria de su economía, de acuerdo con los intereses más generales de las clases dominantes aquí subordinadas al capitalismo mundial, sin la intención de reorganizar una perspectiva que se pueda enfrentar.
En este sentido, la acción de este gobierno federal y de grupos económicos organizados o no, utilizan el territorio para escalar plataformas de acumulación capitalista sumamente destructivas para la naturaleza y sus pueblos indígenas existentes aflojando y violando la legislación ambiental e indígena vigente prevista en la Constitución Federal de 1988. Si bien América Latina seguirá siendo el gran exportador de materias primas, manteniendo el statu quo colonial en la división internacional del trabajo, habrá deforestación forestal, pérdida de biodiversidad y graves conflictos sociales en las áreas rurales y forestales de los territorios. que conforman esta inmensa región geográfica.
Mots clés : deforestación|Brazil|conflictos de tierras|agroindustria|derechos indígenas
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